lunes, 7 de marzo de 2011

Libertad y composición musical


Foto: Tocando la guitarra en mi casa


En nuestra sociedad se habla mucho de libertad. Libertad. Suena muy bonito. Parece que bajo esta palabra, se puede hacer cualquier cosa. Pero en realidad, no es así.

Estos días, a parte de trabajar y estudiar la interpretación del Concierto de Aranjuez, he empezado a componer mi música flamenca para mi nuevo disco flamenco. Aun estoy en la etapa de crear ideas, decidir qué palos flamencos voy a incluir en ese nuevo disco, etc. Estoy haciendo bocetos, aunque el concepto del disco ya “suena” en mi cabeza.

Cuando la gente en general piensa en la música, piensa que la creatividad es un campo “indefinido“ y totalmente “subjetivo. Todo lo que puede pasar por la mente creadora es valido. Pero personalmente yo no pienso así.

No debemos ignorar que la creación se realiza en un contexto musical y por tanto, está soportada por unas reglas de estilo y forma. Nadie crea en el vacío, en la nada, porque la primera inspiración no es la idea musical en sí necesariamente, sino el contexto en el cual esa idea va a cobrar vida. Es decir, un creador, un músico, se puede inspirar en primer lugar en la forma musical antes que en una idea musical, por ejemplo en una Solea o una Bulería.

Y cuando queremos darle vida a una idea musical en un contexto determinado, hemos de tener muy claro que ese contexto tiene unas reglas y quien se las salta está infringiendo una ley musical, al igual que el conductor que se salta un semáforo en rojo está infringiendo una ley social.

¿Podemos componer libremente? La respuesta es “Sí” y “No” al mismo tiempo. Para componer una Soleá, hay que saber que esta tiene un compás de 12 tiempos, en tono de Mi frigio (dórico para algunos), y hay que considerar la velocidad adecuada. Esto ya son “reglas” para componer una Soleá, pero lo complejo de considerar es que las reglas explícitas no son los únicos valores visibles y determinantes. Hay algo más que eso. Y lamentablemente, esto que no es explícito sino que está implícito en la forma musical, es intrínseco al estilo, es su carne y sangre, no está escrito en ninguna parte. Es algo que tenemos que adquirirlo durante años de experiencia: su carácter.

¿Será ahora que para algunos la moda ahora es ir contra las reglas sin conocerlas? ¿será que hemos dejado de ser conscientes de nuestra propia consciencia al elegir? Y si no somos conscientes de nuestras elecciones ¿Quién guía nuestro criterio? ¿Somos nosotros o es nuestra vida inconsciente condicionada por la sociedad y las modas? ¿Quiénes somos en realidad para presentir que somos tan libres? …