Estoy pensando en las conexiones que a todas las personas nos unen. No las pienso de una manera superficial, sino como si fuera un entramado en el cual el pasado y el presente nos unifica, nos acerca.
Yo tengo una experiencia de vida y tú que me lees tienes otra, probablemente muy diferente a la mía. Pero si ambos estamos ahora mismo comunicándonos a través de este escrito, es porque entre nosotros hay un nexo que hace posible nuestro encuentro.
Me fascina esa interrelación de los seres humanos y soy consciente de ese poder de enriquecernos mutuamente. Somos hijos de un tiempo y un espacio en un plano físico pero al mismo tiempo mucho más que ese simple encuentro. Aunque no te vea ni sepa quien eres, te valoro porque eres un ser humano como yo, que además de compartir un espacio y un tiempo, compartes tu interactividad con el escrito, con una parte de lo que pienso y comparto en este momento contigo.
Y también valoro este encuentro virtual ya que gracias a él, estamos manteniendo una conversación y unas emociones imaginarias. Mi vida al igual que la tuya es un entramado de relaciones, de personas, de vivencias y experiencias que nos han enriquecido y nos han enseñado a valorar la vida que compartimos ambos, aquí y ahora.
Soy hijo de muchísimos encuentros al igual que tú. En mi vida personal, mi vida profesional, en mis relaciones, me he hecho a mi mismo gracias a otros y a mi carácter. Y eso lo comparto ahora contigo. Tú también estás compartiendo conmigo, aunque no te vea, tus experiencias; porque gracias a lo que has vivido, así será tu lectura de estos párrafos que nos hacen compartir un ratito cercano, aunque quizás distante en espacio y tiempo.
Mi vida modelada, se ha compuesto de relaciones y encuentros. Encuentros fortuitos, encuentros provocados, pero en definitiva de encuentros. Por supuesto a veces hay diferencias entre las personas. Eso es la grandeza también. El contraste en las relaciones es lo que nos hace progresar a todos los seres, siempre que ese contraste sea positivo y enriquezca nuestras vidas.
Con lo que te aporto en tanto ser, en tanto experiencia humana, te doy un alimento espiritual que te permite contrastar mi pensamiento con lo que tú ya tienes en ti. De ahí podemos construir una relación que en sí no es solamente de dos personas: es un entramado de relaciones. Yo no sería yo sin mis relaciones y vivencias pasadas ni tú tampoco. Nos relacionamos en este medio de dos en dos, pero en realidad es la suma múltiple de nuestras experiencias como seres humanos, y ahí entran las personas que han sido significativas tanto para ti como para mi, en esta relación.
Por eso mi visión del mundo la considero amplia, tanto en lo profesional como en lo personal. Porque profesionalmente no sería quien soy sino fuese por mis maestros directos e indirectos, ni personalmente tampoco sería quien soy sino hubiera tenido las relaciones humanas que han contribuido a configurar con mi permiso mi personalidad.
Por eso me importan los valores, por eso me importa el ser humano, por eso me importas tú que estás ahí leyéndome anónimamente, silenciosamente, reconociéndote en esta relación virtual, conversando calladamente conmigo a través del texto, de tus relaciones pasadas y de tus vivencias. Gracias por conversar conmigo en alguna parte profunda de tu alma…