viernes, 4 de febrero de 2011

Fusión y Tradición


Foto: Maestro Ramón Montoya

El otro día conocí a un músico joven, un guitarrista profesional que hace flamenco fusión. Hablaba con él de flamenco en general y salió el tema de la afinación de la guitarra por Rondeñas. Yo le dije que me gustaba mucho la Rondeña de Ramón Montoya y él me preguntó que quién era Ramón Montoya que no conocía. Me quedé muy sorprendido de que ese guitarrista joven profesional no conociese a este Maestro.

Yo no podría considerarme como un profesional de la cocina española, si no sé lo que es y cómo se hace una tortilla de patatas, o un plato de lentejas. Pasa lo mismo en la música.

La música al igual que los edificios no es solo bella porque mole mucho exteriormente. Lo es también porque está sustentada por una base sólida de tradición y conocimiento, por una base que sustenta y argumenta la verdadera obra de arte en toda su plenitud. En definitiva, está internamente descansando sobre los pilares del conocimiento.

No soy yo nadie para prohibir nada porque no soy juez. Que cada cual sea responsable de su libertad. Ahora bien, cuando una persona me dice que compone x música llamada “x-fusión” o “x-lo que sea” yo personalmente necesito argumentos. Al igual que cuando yo compongo una soleá (o cualquier flamenc@), por ejemplo, puedo dar razones de por qué compongo con ciertas características de estilo y dejo a un lado otras que no vienen a cuento.

Quizás sea una cuestión de conciencia, de relacionar las partes con el todo y el todo con las partes de una manera lógica pasándolas por el tamiz de mi conocimiento (poco o mucho) y de mi conciencia y ética musical.

Pero por otro lado estoy a favor de que se experimente, de que se investigue. Es lo que yo llevo haciendo con mi música toda mi vida. No soy inmovilista. No puedo ir en contra de mi naturaleza de investigación. La cuestión es que se experimenta, se investiga partiendo de una base, nunca se experimenta en el vacío. Al igual que no se hace uno un traje sin tomar medidas. Y esa base hay que conocerla, en especial si no queremos hacer música que solo sea una imitación vacilante del flamenco real.