Carlo, Eva, Luna, Mariko y yo hicimos este viaje juntos. Dormimos en el Parador de Almagro y al día siguiente continuamos nuestra ruta.
Después compré algunos libros en un kiosco de la plaza. Me llamó la atención uno especialmente por su autor Don Francisco de Quevedo y Villegas (Madrid. 1580 – Villanueva de los Infantes. Ciudad Real 1645) y también por su título: “Gracias y Desgracias del Ojo del Culo”. Os dejo un pequeño fragmento para que veáis el cachondeo que se trae el librito:
Otro dijo lo descansado que queda el cuerpo después de haber cagado:
No hay gusto más descansado
Que después de haber cagado."
Continuamos nuestro viaje hacia un pueblo que es famoso por sus tablas: Daimiel. Las Tablas de Daimiel es un parque natural precioso en el cual vas atravesando unas pasarelas de madera (Tablas) sobre un humedal en el cual confluyen los ríos Guadiana y el Cigüela. Allí se ha creado un parque natural donde los visitantes han de andar prácticamente en silencio, hablando “bajito” (no como en los bares) para no molestar a la fauna del parque.
Es una pena que estemos a punto de perder este parque nacional. Para más información os dejo un artículo del diario El País:
(¡Ojalá no nos tengan que llamar la atención algún día si no cuidamos nuestro flamenco!, dicho sea de paso)
Y hasta aquí hemos llegado en este “Mini - Tour” en dos partes. Mañana es lunes y me espera un día lleno de actividades. Volvemos otra vez a la ciudad con las pilas cargadas y yo especialmente con una plenitud y una vivencia que desde ya me está reportando una gran satisfacción.