Hoy fui invitado por el embajador de Japón en Madrid, el señor Takahashi, a una recepción para festejar el cumpleaños del Emperador de Japón. Y son de esos días en los cuales crees poco en la improvisación, más que nada, por los protocolos de rigor. Pero no fue así.
Me saludó mucha gente japonesa que estuvo en mi concierto en el San Juan Evangelista el día 15 de Octubre con motivo de la presentación de mi disco “Cuerdas del Alma”. Llegué a la residencia del Embajador, y de repente, empezaron a saludarme tant@s japoneses que estuvieron en el concierto, que me asaltó la duda de si el concierto fue en Madrid o en Tokio.
Y para corroborar mis pensamientos de duda, y por aquello de que “cuando menos te lo esperas salta la liebre”, dejé mi mirada flotando en el ambiente, y ¿adivina a quien ví al fondo con gestos casi imperceptibles? Pues a una señora y maestra del baile flamenco japonesa llamada Yoko Komatsubara, que por casualidades de la vida, también fue invitada a la recepción.
Esta artista del baile flamenco, ha ganado muchos premios artísticos tanto en España como en Japón. Me acerqué a ella y la saludé. Acto seguido le pregunté de broma, si estábamos en Madrid o Tokio porque yo ya no sabía donde estaba…Bromeamos y nos reímos de la situación. Es una persona encantadora.
Le regalé mi disco “Cuerdas del Alma” y me dijo que no me olvidase de llamarla cuando fuese a presentarlo a Japón el año que viene. Desde aquí Yoko, te doy mi palabra de que te llamo. Espero además que te guste mi disco. Me encantó conocerte y saludarte.
También habían más amigos en la recepción con los cuales mantuve conversaciones agradables. Sinceramente me lo pasé muy bien.
Por lo demás, agradecer al señor Embajador Takahashi su grata hospitalidad y desde mi blog os mando un saludo afectuoso a tod@s los que allí estabais. Arigato!