lunes, 27 de diciembre de 2010

Una Guitarra Especial


Hoy he visitado el taller de mi amigo y Maestro Luthier Vicente Carrillo, porque él está haciendo una guitarra especial para mí. Una guitarra para tocar el “Concierto de Aranjuez” con la Orquesta Filarmónica de Berlín en el Teatro Real de Madrid el día 1 de Mayo de 2011.

En el taller, hemos pasado varias horas para ajustar la guitarra a mi medida. Voy a describiros el proceso que hemos realizado hoy para ajustar la guitarra con las fotos y las explicaciones.


En esta foto podemos ver como Vicente está lijando el mástil de la guitarra. Este proceso se hace para que la mano izquierda pueda recorrer y saltar distancias con la mayor comodidad posible. Es un proceso muy delicado, pues del resultado final, se consigue mayor o menor comodidad para el guitarrista.


Una vez realizado el lijado y pulido del mástil, empiezo a probar su comodidad, tocando en distintas zonas del mástil de la guitarra. Es importante comprobar, que en cualquier zona del mástil la mano izquierda se desplace cómodamente, ya que la uniformidad y la fluidez del movimiento de la mano izquierda es importantísima para un guitarrista. En la foto, yo estoy probando la zona intermedia del mástil y Vicente, está comprobando la distancia que hay entre las cuerdas y los trastes, ya que si esta distancia es muy corta hay peligro de que la guitarra emita un sonido distorsionado y sucio.


Una vez hecho el proceso anterior y como la separación de las cuerdas con los trastes era aún muy alta, Vicente está limando los “huesos”. En ellos, las cuerdas reposan y es un proceso que requiere una gran precisión, porque como os comenté anteriormente, de un limado preciso depende mucho la limpieza del sonido.


En esta foto compruebo con mi mano la distancia de las cuerdas en la parte media del mástil. Demasiada distancia también es contraproducente, pues aunque hay seguridad en que el sonido no sonará sucio, a la hora de interpretar la cuerda queda más lejos del traste, con lo cual el peligro de no agarrar bien la cuerda y fallar se acrecienta. En este momento, Vicente y yo estamos de acuerdo en haber logrado un equilibrio entre buen sonido y comodidad.


Ahora por mi sonrisa, se puede ver que estoy cómodo con ambas manos tocando la guitarra y por fin, después de varias horas de trabajo y de investigación conjunta hemos conseguido el equilibrio entre confort y sonido que ambos buscábamos.



Ha sido una experiencia apasionante. La guitarra si observáis bien en la foto, aún no está acabada. Faltan aún ajustes por parte de Vicente y también barnizarla. Es una guitarra estupenda y estoy deseoso de que esté acabada para empezar a disfrutar de su sonido y también de compartirlo con tod@s vosotr@s. Gracias Vicente por tu tiempo, tu paciencia y tu amor al arte de construir instrumentos de cuerda. Amor que merecidamente te ha llevado a recibir este año el Premio Nacional de Artesanía 2010, otorgado por el Ministerio de Industria. Enhorabuena y como siempre, gracias por todo.