Calles de tonalidades grises. Asfaltos de barro. Desde una ventana suena una guitarra por bulerías. Contrastando con un barrio de pobreza y de miseria, de una España silenciosa al mundo. El guitarrista sueña en su taranta.
Y sueñan sus dedos sobre su guitarra, la niñez fantasea sobre las cuerdas. A pesar de ser muy joven, nuestro guitarrista ya hace años que ha dejado de tener tacto en la punta de sus dedos; tantas horas de estudio han encallado sus manos, pero él sueña en su taranta.
Sueños de niño, cosas grandes por hacer. Nuestro pequeño guitarrista sueña en su mundo, pero el mundo no sueña con él. Metrónomo, escalas y arpegios y la creatividad al servicio de un sueño, tantas horas como sueños, de ofrecer al mundo su misterio. El guitarrista sueña en su taranta.
Calles de tonalidades grises, la mayoría de la gente en las calles opina y charla, de cosas de las cuales, sólo los que saben callan. Pero la gente opina y charla, de tantas cosas que ignoran, en las calles de España.
Y nuestro guitarrista quiere ignorar esas realidades porque sabe que si mira por la ventana, las calles de tonalidades grises le hablan de incomprensiones, mejor agarra la guitarra y suena de rabia una escala, que grita en la calle, por su ventana.
Paisajes desolados para las ilusiones de las gentes con talento, porque ahí fuera en la calle, la realidad muerde esos sueños de libertad; es lo que tiene nacer en un país en el cual se valora lo que no se tiene y se ignora lo que de él florece.
Nuestro guitarrista creció y por fin pudo viajar. Sus sueños se cumplieron, pero en otro lugar. Y aquellas calles grises que quedaron ya tan atrás, rondan por su mente y ahora sigue soñando, con su país, esperando que en él algún día hable menos la gente y haga más.
Conoció sus raíces, conoció su tradición, desde la prima hasta el bordón. Y por el mundo nuestro pequeño guitarrista creció.
Calles de tonalidades grises. Asfaltos de barro. Desde una ventana suena una guitarra por bulerías. Contrastando con un barrio de pobreza y de miseria, de una España silenciosa al mundo. Balcones con ropas blancas. El guitarrista sueña en su taranta.
Guitarra flamenca ¿quién te maltrata? ¿Por qué a ti? ¿Por qué en España? ¿Dónde está ese circuito que apoye tu llanto de madrugada?
Calles de tonalidades grises. Asfaltos de barro. Escenarios de mundos lejanos, suena la guitarra flamenca, suenan la guitarra y los sueños, de un niño que soñaba y sueña, porque en su país algún día, no se maltrate, a la guitarra flamenca.