En mi trabajo como profesor de guitarra flamenca siempre enseño a que mis alumn@s duden y comprueben por ellos mism@s si lo que propongo es aceptable o no.
Si doy mi visión personal de la música a un alumno o alumna, sin dejarle margen para su propia visión y para usar su derecho a discrepar de mis enseñanzas, estoy privando a un ser humano de su libertad de pensamiento. La clave para mi de toda enseñanza completa, es no dar nada por supuesto sin antes ponerlo a prueba. Yo podría estar equivocado y ell@s estar en lo cierto, esa posibilidad en una buena enseñanza ha de quedar como una puerta abierta, dudar es bueno y comprobar aún mejor.
La frase “Yo tengo razón, tu estás equivocad@” es típica de una enseñanza dogmática y es una muestra de estar mirándonos hacia el ombligo, porque quizás así, con la cabeza agachada, no tenemos el compromiso de dudar de nuestro dogma al no atrevernos a ver otros caminos, que pudieran hacernos bajar del burro y admitir nuestros errores.
He visto profesores cegados por “sus sistemas”. Profesores que irracionalmente han tratado de imponer un sistema sin tan siquiera tener la humildad de preguntarse si no podrían existir otras explicaciones igualmente válidas e incluso mejores.
Reconocer mi posibilidad de estar equivocado es aceptarme como ser humano falible . Aceptar que el error es lo que me hace humano es aceptar mi naturaleza dejando al margen la arrogancia. Y cuando desaparece la arrogancia, la verdad si existe, puede crecer, gracias a la humildad. La humildad nos invita a descubrir juntos, a compartir lo que juntos, alumn@s y maestr@s estamos investigando. Porque ni yo lo se todo ni tu partes de cero.
Pensar sobre lo que sé y ponerlo en duda, es crear un espacio en el que puedo seguir aprendiendo, porque me estoy dando la oportunidad de tratar a mis propias creencias y prejuicios como hipótesis. Porque tal como leí un día no recuerdo dónde, la teoría trata de crear el orden y entonces llega la práctica y desencadena el caos.
Analiza tus pensamientos y no des nada por hecho, en la humildad de esta reflexión estará tu progreso, tu avance, tu búsqueda de valores positivos, tanto para la música como para la vida, porque nadie tiene la verdad, lo único que tenemos es la sensación de tenerla, pero no podemos apresarla.