EL FLAMENCO: PATRIMONIO CULTURAL INMATERIAL DE LA HUMANIDAD
EL CALOR Y LA FRIALDAD
Lo primero que pienso y siento cuando sé de la noticia de que El Flamenco ha sido reconocido como “Patrimonio Cultural Inmaterial de la Humanidad” es una gran alegría, al igual que posiblemente tú que me estás leyendo ahora.
Hace mucho tiempo que sabemos que el flamenco es una música única y maravillosa. Eso tu y yo lo sabíamos, no nos sorprende. Hemos vivido muchas horas al calor de sus llamas y en las frías madrugadas, el flamenco nos ha arropado con su duende.
Hoy se ha marcado un punto de inflexión para tod@s los que amamos a nuestro Flamenco. Hoy el Flamenco se ha posicionado en el mundo con una etiqueta otorgada por la UNESCO; sin embargo el mundo sigue girando y girando…la vida sigue su avance silencioso, casi imperceptible, y nosotros con ella.
¿Cual va a ser nuestra responsabilidad desde ahora? ¿qué significa todo esto para nosotr@s que ya somos adult@s responsables?
Para mi significa educar conscientemente. Significa la responsabilidad de pensar el progreso siempre en función del respeto a la tradición. A los valores positivos. No todo vale, no, no es tan fácil; cuando digo respeto a la tradición no hablo de purismo ni de estancamiento. Hablo de creatividad, de evolución del Flamenco a través del conocimiento profundo de la tradición, de sus reglas, que son las que le dan su carácter, que son por las cuales se han regido los flamencos para hacer esta música, y dicho sea de paso, las que en cierto sentido han hecho posible este reconocimiento por parte de la UNESCO.
Tod@s tenemos el deber, si amamos de verdad, de conocer nuestra música, sus raíces. Porque como decía Don Miguel de Unamuno, pensamos que la libertad está en el follaje y en la vegetación que brota de la tierra, pero no se nos ocurre pensar que si esa raíz que permite que toda esa vegetación brote, encuentra una piedra o está plantada en tierra muerta, todo lo demás, esa supuesta libertad, deja de existir. En las raíces del flamenco está su verdadera libertad…conozcámoslas y no nos dejemos llevar por las apariencias.
CAÑIZARES